El equipo de Mujeres para mujeres se fue gestando ante la evidencia de la necesidad de espacios particulares dentro de nuestra Diócesis para el acompañamiento y la contención concreta de casos de violencias domésticas.

Fue presentado en la Semana Social organizada por la Pastoral Social entre el 24 y el 28 de agosto de 2020.

Objetivos

Planificar el acompañamiento y la contención concreta e inmediata de los casos de violencia.

Articular un trabajo en red con diferentes estamentos del gobierno provincial, municipal y otras instituciones actuantes, según las necesidades que surgen de la realidad que estamos viviendo.

Realización de un seguimiento activo e integral de los casos.

Acompañamiento espiritual sostenido.

Coordinación de charlas y talleres ad intra y ad extra.

Trabajo con masculinidades (conocimiento del Dispositivo de Atención a Varones).

Búsqueda de espacios para poner en marcha dispositivos para mujeres en situación de violencia.

Equipo/RED

Conscientes de que la realidad por la que atravesamos −tanto dentro como fuera de la Iglesia− requiere de una mirada respaldada por profesionales, religiosas y fieles laicas en general, pensamos en componer un equipo de base que nos integre para que luego se vaya ampliando con la vocación y fuerza misioneras de cada lugar.

Son necesarias asistentes sociales, psicólogas, receptoras (escuchadoras) de casos,  acompañantes espirituales y seguidoras de los casos a través de teléfonos de contención del primer nivel de atención.

Son necesarias todas y cada una de las mujeres conocedoras de su realidad más inmediata, las que trabajan en barrios, las que visitan familias y a los enfermos, las docentes que ven la realidad de sus chicos y chicas, las fieles laicas que con mirada amorosa conocen las situaciones dentro de las comunidades.

Puntos de acción

  • Escucha

Pensada desde el acompañamiento espiritual a mujeres o familiares de mujeres que atraviesan alguna situación de violencia (conyugal, familiar, laboral).

  • Atención

Apoyo psicológico a personas que han vivido o viven situaciones de violencia.

  • Coordinación/articulación

Aquí centralizamos las acciones que implican coordinar con los lugares institucionales de ayuda o atención a las violencias: 148, servicio de violencia, grupo de varones que ejercen violencia. 102, centros de abordaje, equipos de salud mental. Refugios.  Familias solidarias. Esto sería, estar a disposición si nos requieren desde estas instituciones para trabajar en el acompañamiento.

  • Orientación

La orientación conlleva el asesoramiento y la información sobre los circuitos de instituciones que existen para responder a esta problemática.

  • Transmisión

Como parte de la buena nueva, también nosotras queremos correr la vos de que nuestra iglesia escucha y asume la responsabilidad frente a las problemáticas que sufren tantas mujeres y niñas, niños. Transmitir y comenzar a dar lugar a que los interrogantes surjan en cada comunidad en relación a prácticas y formas naturalizadas de violencia, o maltrato, no con una intención moralizante, sino desde escuchar, acompañar y comenzar a identificar todo lo que de nuestra fe enriquece el trato amoroso y cuidadoso de cada persona. Aquí incluimos formación, sensibilización, capacitación para sacerdotes y laicos, y para nosotras también!

  • Registración de datos

Tenemos que asumir la responsabilidad por cada acción, sabiendo que somos referentes de nuestra Iglesia, y no tener miedo, pero si ser prudentes.

Es necesario registrar cada una de las intervenciones por si en algún momento no estamos disponibles y alguna otra debe reemplazarnos.

Serán necesarias algunas planillas para identificar a las personas con las que trabajemos. Y algunos datos de ellos y ellas. Y seguramente algunos recursos…

  • Radio de acción

En principio nuestra Diócesis y toda la comunidad de Neuquén.