Martín Mora fue ordenado diácono en la Parroquia Nuestra Señora de Itatí

La celebración estuvo presidida por el obispo Fernando Croxatto y fue acompañada por la comunidad diocesana con mucha alegría y gratitud.

El pasado viernes 2 de mayo se celebró la ordenación diaconal del seminarista Martín Mora en la Parroquia Nuestra Señora de Itatí, en la ciudad de Neuquén. La misa fue presidida por el obispo Fernando Croxatto, quien impuso las manos y pronunció la oración consecratoria según el rito de la Iglesia Católica. La comunidad vivió con mucha emoción este momento de gracia en el que uno de sus miembros fue ordenado diácono en tránsito, en el camino hacia el sacerdocio.

Durante la homilía, el padre obispo expresó: “Hoy no es sólo una celebración para Martín, sino para toda la Iglesia que peregrina en Neuquén. El ministerio que recibe es un signo de entrega, de servicio y de cercanía al pueblo”. Y agregó: “La vocación es respuesta a una llamada concreta de Jesús, y Martín la ha sabido discernir con paciencia y fidelidad. Ahora lo acompañamos en este nuevo paso con nuestra oración y cercanía”.

Martín Mora nació en Neuquén en 1985. Es hijo de Claudia y Pedro, y hermano de Alejandra, Luciano y Perla. Recibió los sacramentos del Bautismo en la Capilla Cristo Resucitado, y la Comunión y Confirmación en la Parroquia Santa Rita. Luego de terminar sus estudios secundarios, se recibió de profesor de escuela primaria y ejerció la docencia hasta el año 2014. Su primer llamado vocacional surgió en 1996 gracias a la cercanía de sacerdotes y las actividades pastorales. En 2002 se mudó a Senillosa, donde se integró a la comunidad de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa.

En 2015 ingresó al postulantado de los Frailes Menores Franciscanos, donde permaneció hasta 2021. Luego de un proceso de discernimiento junto al obispo, sus formadores y guía espiritual, decidió continuar su camino vocacional dentro del clero diocesano de Neuquén. Finalizó sus estudios teológicos en la Universidad Católica Argentina en 2023. Actualmente acompaña a las parroquias María Madre de la Esperanza, Nuestra Señora de Itatí, Nuestra Señora de Neuquén y Santísima Trinidad.

Al finalizar la misa, Martín dirigió unas palabras a los presentes: “Doy gracias a Dios por el don de la vocación, y por cada persona y comunidad que me ha acompañado en este camino. Agradezco a mi familia, al obispo, a mis formadores y a cada parroquia en la que me he sentido parte. Hoy sólo puedo decir gracias y pedir que recen por mí, para que sepa servir con alegría y humildad”.

La diócesis continúa así su camino en el Año Santo, celebrando los signos de esperanza que nacen en cada comunidad, y renovando el compromiso de ser Iglesia cercana, en salida y misionera.

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